viernes, 29 de abril de 2011

Limones y naranjos


Los vi en una película y los imaginé en mi terraza. Los busqué por aquí y por allá y los encontré en el mercado de las flores de Amsterdam, al que llegué tras las amables indicaciones de aquel muchacho que luego....bueno esa es otra historia...

Después de meses de tener las semillas en sus contenedores de lata, adornando un estante, me dispuse un día a poner aquellas semillas en la tierra de lo que sería el "must" de mi terraza. Y con más voluntad que conocimiento, planté 4 semillas en sus respectivas macetas, siguiendo todas las indicaciones que uno puede encontrar que no son pocas.

De esto ya han pasado unas cuantas semanas, si no, meses!. Soy lo más parecido al gobierno del señor Rodríguez Zapatero esperando por unos soñados brotes verdes que no acaban de salir. Mira que riego y abono y hago todo lo que puedo, pero como la política de la Salgado, los brotes no salen y es que parece que mis conocimientos de jardinería son tan pobres como los socialistas en economía, pero al menos yo reconozco mi carencia.

Mirando hace un rato por la ventana hacia esos cuatro maceteros tristes, con un café en la mano y pocas ganas de currar en el resto del cuerpo, me he preguntado ¿de que vale el estar regando y cuidando algo que no tiene perspectiva ninguna de prosperar? y como yo nunca paro un razonamiento...he seguido pensando en que hay muchas cosas que sigo "regando" sin convicción alguna de que me pueda servir para algo. Tiempo dedicado a personas que no me aportan nada, escuchar conversaciones que no me interesan, perder tiempo en explicar cosas que no se quieren entender, sentirse comprometido con cosas que ni me van ni me vienen, los pensamientos únicos, el hacer lo que la gente espera que hagas....

Esta mañana voy a ir directo al mejor jardinero que conozco y le pediré que me consiga mis naranjeros y limoneros enanos pues mi terraza y yo, los queremos y los queremos YA.

Esta mañana voy a salir caminando de mi casa, con la brisa fresca de la mañana en la cara, como todas las mañanas, pensando que voy a multiplicar la eficiencia de mi tiempo y que hay muchas macetas sin expectativas que van a ser retiradas inmediatamente de la terraza y de mi vida pues no merecen ni un minuto más de mi valioso tiempo y energía.

¿y así empiezo un viernes? pues si, y lo interesante no es como lo he empezado sino como lo voy a acabar.



Saludos a todos

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