Ayer fue un sábado atípico para mi, pues casi nunca trabajo los sábados. Pero esa no fue la única causa por la que me resultó un día totalmente atípico. Por circunstancias laborales, anduve por una zona que rara vez voy y en la que ahora trabaja mi mejor amiga. Ella es una fuente constante de historias producto de la observación, pues como ella, no conozco a nadie que sea capaz de ver tanto donde otros (como yo) vemos tan poco y de esa capacidad de observar y de contar lo que ve. Escuchándola me di cuenta cuantas realidades conviven con nosotros en cada día que vivimos sin que apenas nos demos cuenta de ellas pues las nuestras son casi unas dictadoras que no nos dejan ver más allá de nuestras narices (al menos a mi).
Ayer fue un sábado de verano en pleno invierno. Un día espectacular con un sol que llenó de energía y de vida el sur de Tenerife haciendo recordar y añorar esas largas tardes de verano que tanto esperamos algunos. Bajo ese sol, esas otras realidades, esas otras historias que se escriben paralelamente a los momentos en los que pensamos que todo es monótono y aburrido. Mi amiga reflexionaba sobre como en poco tiempo ha ido conociendo a una serie de personajes que han pasado de ser uno más de los transeúntes con el que se cruzaba a diario, a ser una persona con su historia a la que ya no puede ver más como un anónimo. Reconocía que una zona por la que “solo pasaba” tiene una realidad y una vida casi propia e innegablemente interesante. Totalmente de acuerdo con ella.
Mis circunstancias laborales cambiarán por la jornada de ayer. Un nuevo cliente, nuevos retos y mucha confianza depositada en que pueda darles solución. No se si estar contento o no, pero lo que está claro es que va a marcar un punto de diferencia en lo que eran mis rutinas, al menos en ese campo. Pero volviendo la vista hacia el entorno en el que estuve, en esas experiencias que mi amiga tiene con su nuevo entorno laboral y apreciando las millones de “capas” que conforman la realidad, me pregunto…¿Este puzzle de vida cuya monotonía me agobia, serán fichas planas o multidimensionales? ¿Intentar dar vueltas a las fichas y ver que otras composiciones se pueden conseguir o seguir pensando que la mejor opción es tirarlas a la basura y empezar con un marco nuevo y blanco?
La vida es lo que pasa mientras que hacemos otros planes, eso dijo Lennon, y para no correr mucho riesgo que se me vaya la mía en eso, en planes, deberé decidir pronto si me pongo a voltear las fichas del puzzle o me busco un folio en blanco. Mientras, pues lo seguiré pensando en alto y escribiendo, porque me gusta hacerlo y dejar constancia de reflexiones, que a veces hasta mi mismo se me olvidan.
Un mes nuevo que vamos a estrenar y que confío que traiga nuevas y divertidas fichas a nuestros puzzles llamados vida.
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