sábado, 6 de junio de 2009

Ilusiones

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, así decía una canción y así es la realidad.

Las sorpresas son de muchos tipos y sabores. Unas veces dulces y agradables y otras chirriantes y amargos. Sean como fueren, muchas veces nos cambian la vida en un momento.
La llegada de un hijo, un repentino cambio de destino laboral, unos afortunados números de lotería, o una mala noticia médica, pudieran ser algunos ejemplos 'populares' de situaciones sobrevenidas que conllevan que entre un minuto y el siguiente, existan dos vidas, un antes y un después.

La vida me ha sorprendido a mi con una oportunidad, y puedo decir con orgullo y felicidad, que esta vez no la dejé pasar. He resuelto en cuestión de semanas, una de las cuestiones a las que uno debe enfrentarse en la vida, y que en mi caso, tal vez, pero solo tal vez, había retrasado en exceso: mi independencia.

Tener ante mis ojos el proyecto más interesante de mi vida, ha sido como la "solución final" a una sensación de agotamiento total que empecé a arrastrar desde los últimos meses del año pasado. Por aquellas fechas decía con tristeza que no encontraba ilusiones ni motivaciones, que mi modelo se había acabado. El poder plantearme que comienzo una nueva fase en mi vida, ha hecho que un caudal de energía me guíe cada día, y que levantarse de la cama haya tomado otro significado. Aquellos fantasmas se han esfumado-

Nunca había sentido esto antes, tal vez porque llevaba varios años vagando por el desierto de unas motivaciones que nunca aparecieron. El inicio de mi proyecto de independencia me ha permitido comprobar que si soy capaz, que puedo gestionar de forma eficiente mis proyectos personales, sin implicaciones externas, sin favores ni dependencias.

Pues sin caer en la autocomplacencia, quiero mostrar lo feliz que me encuentro siendo propietario un apartamento que convertiré en mi hogar, y donde se va a desarrollar toda una nueva etapa de mi vida en la que voy a ser mas yo que nunca.

Las ilusiones y motivaciones tiran de nosotros hacia adelante. Hoy por hoy tengo más claro que nunca, que la consecución de proyectos personales, la satisfacción de haberlo hecho, como y cuando se debía, y lograrlo con éxito, es una de las experiencias más gratificantes que uno puede tener. Y ahora que lo sé, esto sólo será el principio.

Hoy me reafirmo en mi convicción de que la felicidad es solamente una cuestión de actitud, que nuestros objetivos individuales como seres está por encima de todo lo demás y es la fuente de nuestra propia felicidad. Hoy tengo la certeza, que las personas que nos rodean están en nuestra vida de forma circunstancial, que son importantes nuestros amigos, nuestras familias, pero ellos, como nosotros mismos, tienen sus propios caminos, objetivos, misiones personales.

Este post parece una oda al individualismo, y tal vez lo sea porque quién lo escribe ha encontrado en un proyecto individual una satisfacción que no había tenido antes, una felicidad por haberse demostrado a sí mismo que las cosas se pueden hacer, imprimiendo en ellas un sello personal en el que se conjuran todas las virtudes y capacidades que uno es capaz de desarrollar.

En estos días empieza una nueva etapa, en la que sólo he andado cuatro pasitos, pero que es un camino diferente que siempre me había planteado tomar si encontraba una serie de condiciones para hacerlo. A veces pensé que imponerme aquellas condiciones era tener la excusa perfecta por si no lo conseguía, unos principios limitativos que justificarían el fracaso. Hoy digo con satisfacción que las condiciones eran las apropiadas, y que sólo había que ser persistente. He ganado a mis miedos, me he demostrado que mis planteamientos, por muy diferentes que sean del resto, pueden conducirme al objetivo.

Bueno, en el capítulo de agradecimientos, en primer lugar siempre y por siempre Dios, gracias una vez más, en segundo lugar, gracias compañera, tus preciosos ojos azules fueron míos por un momento, viste y sentiste por mi, y en estos años que hemos compartido en nuestro trabajo, nos hemos llegado a conocer en tal grado que pudiste decirme sin que yo albergara duda alguna aquello de "ve a verlo, sé que es lo que buscas", Mari, mis eternas gracias, siempre serás VIP en mi vida.

No hay comentarios: