martes, 7 de abril de 2009

La guagua (el autobus :-))

Mi coche se ha averiado otra vez. No es nada serio ni me ha dejado tirado, pero otra vez, me hace visitar el taller.

Aprovecho para sumar el coche a mi lista de las decisiones equivocadas de mi vida. Evidentemente este blog es mucho para mi auto consumo, en el escribo para luego acordarme de las cosas que pienso, que reflexiono, que luego peco de mala memoria y de mucha auto indulgencia, osea que me recuerdo a mi mismo que otro coche italiano, ni de coña.

A lo que iba, pues que recorrer calles y calles de un polígono industrial bajo un sol de justicia, con aceras discontinuas, rotas, naves industriales grises e impersonales. Un bar en medio de la nada con un menú diseñado para que te aguantes, porque no hay otra cosa y encima solo, mirando a una cascada horrorosa, salpicada de artilugios de feria de artesanía, compradas seguramente con más ilusión que acierto, pero menos que gusto. Paradas de guagua en las que parece que nunca para ninguna. En fin, toda suerte de sensaciones para joder el día a cualquiera.

Cuando al fin pude llegar a la estación central donde pillar mi guagua, una cola enorme de gente para ir al sur de la isla, entre ellos, un grupo de unos diez chicos y chicas que por acento, indumentaria y aspecto, eran estadounidenses (que americanos son desde Terranova hasta la punta de la Patagonia). Me extraño mucho verlos, es difícil ver USA citizens por estas latitudes. Pero allí estaban, con sus mochilas, sus guías, sus ropas de Tommy. A una señora que pasaba se le cayó un artilugio de cocina con toda la pinta de haber sido comprado en los chinos. Aquel chisme permaneció allí, cerca de un charco de grasa, ante la mirada indiferente de casi todos, menos de uno de los chavales ´gringos´ que vió como se le cayó a la buena señora, corrió tras ella ,ya casi perdida en el trasiego de gentes de una terminal de buses. Pues él fue hasta que se lo entregó y ella le devolvió una mirada que decía "chacho, que me costó 0,60 €".

El muchacho, muy guapo por cierto, volvió a su grupo con toda naturalidad y todo mi asombro. Es la segunda vez que veo en directo eso tan norteamericano de "haz siempre lo correcto, porque es lo correcto", la primera fue un ejecutivo de Wall Street todo apesadumbrado porque por su culpa había entrado una paloma en un restaurante, de donde no se fue hasta que se aseguró que estaba sana y fuera.

Pues seguidamente a esto, ya dentro de la guagua, la siguiente escena era ver como el mismo chaval sufrió los malos humores del chófer porque intentó pagar con un billete de 20€ para luego irse con su grupo y sentarse entre Yayis, Guacimaras, Jonays, Chaxiraxis, Yeremis y algún nombre más, que los que vivimos aquí podremos asociar claramente a un perfil de estética, edad y comportamiento.

Pues entre la corrección de los gringos, el grupito isleño con los pies sobre los asientos, el reaggeton en los móviles, el "chacha" el "ños" y "el le metí un estampido,chos loco", y yo allí con mi ropa de adminstrativo gris, mi libro del El Secreto, y mis reflexiones.

Aquella imagen, aquellos jóvenes de nacionalidades diferentes en aquel momento y en aquel lugar, eran la radiografía de dos sociedades. Por un lado nuestra juventud, pasota, despreocupada, sin modales, sin principios, sin respeto y lo que es peor, sin perspectivas, sin horizonte, sin futuro. En el otro, jóvenes llegados de miles de kilómetros, curiosos, educados, formados, interesados, fuera del perfil de americano que no tiene ni pasaporte, tal vez su nueva generación, su futuro. Evidentemente me dió un poco de tristeza todo, ver las vidas de unos, casi tan tiradas como los chicles que pegaron bajo los asientos. Los otros, curiosos, acumulando experiencia y formación. Pertenecen a una sociedad, que con sus pros y sus contras, son la nación más desarrollada y próspera del mundo, una nación que desde que visité, cada vez admiro más.

Ya sé que estoy generalizando, diréis que hay de todos en todos sitios, pero mal de muchos consuelo de tontos, y basta ya de consolarse por mal ajeno además este blog es mio y escribo lo que me da la gana, como ustedes si quieren.



Y llegamos a Los Cristianos, y mientras las Yayis y los Tanausú planearon todo lo que se iban a meter y los jaleos que iban a armar, los gringos sacaron fotos de los parques eólicos, comentaron sobre la importancia de las renovables, se sorprendieron del paisaje, pensaron en la playa, y en que necesitaban monedas porque comprendían que el chófer no tendría cambio si todo el mundo intentaba pagar con billetes de 20 €.


Mañana volveré a buscar el coche, deberé madrugar pues debo estar temprano en el taller. ¿Que experiencias tendré mañana? si son relevantes, las contaré, si son como las del otro día, me aplicaré la filosofía del libro que me estoy leyendo, y pensaré con toda mi fuerza en una realidad mejor, intentando construir en mi cabeza el mundo ideal en el que me gustaría vivir, para atraerlo hacia mí, para que el universo lo cree, y todos lo disfruten. Eso propone El Secreto, y si lo miras bien, es lo correcto, entonces haré lo correcto, porque es lo que debo hacer.


¿Que se llevarán esos chavales de Tenerife? espero que cosas buenas, que las hay, y seguro que ellos, las merecen.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás estés perdiendo muxo tiempo en analizar tanto las cosas y no te estás dando cuenta de que el tiempo pasa y tú con el. La perfección no existe, por mucho que se la pidamos al universo, y que la busquemos nunca la vas a encontrar, ya que, como dije: NO EXISTE.
Lo que si existe son las personas, cada una con un mundo diferente, pero eso no quiere decir que sean mejores o peores, simplemente diferentes, y tenemos que aprender a valorar a cada una de ellas y al mundo que nos rodea y nuestra propia vida, que sólo hay una, y si pasamos la mayoría del tiempo buscando algo, quejándonos de esto y de lo otro, o soñando con cosas que no me atrevo a hacer por falta de cojones, hemos perdido el tiempo y lo peor es que hemos desperdiciado nuestra vida.

Vanargos dijo...

Me encanta tu blog!!!!!!!!!!! Pero eso ya lo sabes porque soy seguidora tuya :)
Todo lo que cuentas...es lo que yo quisiera contar.. Más de una vez he pasado por lo mismo q cuentas tu...es sencillamente genial.

Unknown dijo...

Soy consciente que la perfección no existe, y del tiempo que pierdo en análisis. Pero sintiendo que me he equivocado muchas veces...¿como renunciar al análisis? es lo único que me queda para salvar los muebles, timonear las cosas. No es búsqueda de perfección, es una auto-búsqueda, relatada en voz alta, en un blog. Gracias por tu relfexión, anónimo lector.