jueves, 16 de abril de 2009

Oasis


No se como empezar este post, quería hablar de lo tedioso que siempre fue la semana santa en el sur, al menos de la experiecia que yo he tenido desde el 2006 hasta ahora, pero que rollo, no me apetece nada relatar las razones, y mira que puedo sacar filo a base de bien...pero.....esta semana santa ha sido tan absolutamente divertida, que vale por las tres anteriores mediocres.


Las situaciones de crisis tienen sus contrapuntos ocasionales, prueba que la gente no se deja sumergir, ni por la situación, ni por la tele, ni por la prensa, ni otros medios varios, que parecen haber encontrado un filón en ella, machacándo a todas horas, y tal vez cubriendo con ello sus propias carencias y falta de producto.


La manida crisis ha sido la que "encerró" a mucha gente en la isla, pero no ha conseguido borrar las ganas de seguir viviendo y disfrutar. La prueba de esto ha sido esta semana santa.


Parece que se hubiese producido un exorcismo general. El sur ofreció su mejor cara, se vistió de gala para amenizar los días libres a todos los que lo visitaron. Fiesta, playa, gente guapa y muy buen rollo, que han dejado un recuerdo inolvidable a todos los que por acá anduvieron.


Nos decía un gogó de las noches de Ibiza que las fiestas les parecieron geniales, que si Tenerife era siempre así. Lamentablemente la respuesta sincera fue que no, pero con la esperanza que poco a poco vaya convirtiéndose en un sí.


La gente vivió su estancia, compartió amistad en terrazas de apartamentos, piscinas, playas, chiringuitos, bares de moda, y sobre todo, fiestas. Mucha gente guapa, con ganas de divertirse, una música como no se recuerda, y una agenda cargada de eventos de ocio, hicieron de anestesia general contra la bruma gris que la crisis nos ha metido en casa.


Un paréntesis en Abril que ha sentado muy bien a todos, y que nos recuerda que hasta en los peores tiempos, siempre hay una opción de dejar que la vitalidad que llevamos dentro, fluya, se muestre, se comparta, se disfrute.


Agradecimientos:


Al Sol, que aunque no se prodigó como hubiese podido, trabajó un poco más que años anteriores, sobre todo al atardecer, donde enamoró las costas con un precioso naranja y se hizo despedir cada tarde con el deseo general de volver a verle en plenitud al día siguiente.


A la Luna, reina de todas y cada una de las noches iluminando los cielos y los tránsitos entre una fiesta y otra, los balcones y terrazas de noctámbulos, cenas romáticas, sexo esporádico y aventurero.


A la música, traída por los nuevos gurús de la noche, los Dj´s estelares, quienes poderosos como ellos solos, manejan desde la cabina la ilusión y ganas de fiesta de una gente que, como se dijo hasta la saciedad "dimos todo".


A los guapos y a las guapas, por hacer que se nos cayera la baba, se nos desbocara el deseo, y los buenos propósitos, las envidas sanas e insanas, pero sobre todo, por alegrar todos y cada uno de los rincones, con belleza, miradas, sonrisas, cuerpos increíbles y deseos inconfesables. Especial mención a los gogós, Dios os guarde por muchos años, vaya tela.


A la gente, al resto que estuvimos allí, los que compartieron partida de de cartas en la terraza del apartamento, los que se trajeron a su nueva pareja, a los que se olvidaron de la que dejaron o les dejó. Los que se colocaron, los que se enamoraron, los que no durmieron, los que no salieron del agua, los que no la tocaron. Los 24 horas, la comida rápida, al los que disfrutamos de todo, los que pudieron entrar, los que no, los vip, los porteros, las risas, los tatuajes, las gafas de moda, los nuevos amigos, los viejos, las tarimas, los mensajes y el facebook que ahora nos conecta a todos.


Muchas gracias por este respiro, por este Oasis, creo que nos lo merecíamos, y lo hemos tenido. Ahora con convicción a salir de esta con las misma determinación, YES WE CAN!


Enjoy.








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