sábado, 14 de febrero de 2009

La espumilla


"La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes" John Lennon 1940 - 1980

La frase de John Lennon es para mi una verdad incuestionable, pero añadiría que no sólo los planes nos distraen de la propia vida. No, casi cada pensamiento fuera de sitio es un devorador de un tiempo que podríamos estar dedicando a vivir cada momento.


Si uno pudiera desconectar la cabeza a voluntad, parar el continuo torrente de pensamientos, ideas, recuerdos, deseos, calendarios (la lista de la compra, el cambio de aceite, el horario de la serie preferida, la reunión de pasado mañana, los cumpleaños, los teléfonos, el traer esto o llevar aquello) tal vez seríamos capaces de aprender a disfrutar de las cosas más cotidianas.

El otro día me sucedió algo que me hizo reflexionar sobre lo distraído que estoy a veces en mis pensamientos y la poca atención que presto a la vida que va transcurriendo mientras.

Una de estas mañanas en las que salgo a correr, cuando me disponía a colocarme el auricular del mp3, me di cuenta que a uno de ellos le faltaba la espumilla que llevaba. ¡Vaya, que coñazo ahora iré todo el rato colocándome el auricular y en vez de correr iré haciendo el gilipollas todo el camino, más pendiente del auricular que de otra cosa! y casi que así fue. Todo el rato con el dedo en la oreja intentando que aquello se quedara allí y poder oir bien la música. Mientras pensaba, donde podría comprar un juego de espumillas, si no sería conveniente que comprara otro tipo de auricular, donde podría comprarlo, si tendría que ir a un hiper de electrónica donde ya había comprado otros para una amiga. Pensé cuando podría hacerlo, porque claro, entre semana es un coñazo, y debería hacerlo un fin de semana, pero por la mañana o por la tarde, porque si lo hago por la tarde luego bajo cansado y no me dan ganas de salir por la noche, que ya tengo una edad para tanto trote..... al final, tanto rollo y me perdí el disfrute diario que me da ir escuchando música mientras corro por uno de los paseos que más me gustan de esta isla de Tenerife.

Justo cuando regresaba al coche, cansado y muy relajado a pesar de tanto darle vueltas a lo del auricular, tuve un momento que iba con la cabeza totalmente desconectada, simplemente respirando y observando el trayecto cuando, ala, miro al suelo, y allí estaba, sola y triste sobre el pavimento, ¡la espumilla del auricular!. Esa minúscula cosa negra que jamás se me hubiese ni ocurrido buscar, estaba allí, a un preciso golpe de vista. ¿Suerte?, tal vez, pero prefiero pensar que no, prefiero pensar que hay cosas que siempre están ahí pero que, embutidos en nuestros laberintos mentales, no somos capaces de ver.

Y yo que me consideraba observador...he tardado no se cuanto en darme cuenta que tengo un guapo y simpático vecino en el que hasta ahora nunca había reparado. Me pregunto cuantas cosas más me he estado perdiendo en las cotidianidades....

Ala, a usar la cabeza para lo justito y los sentidos que son 5, para disfrutar de la vida, y aunque repita que estoy totalmente de acuerdo con la frase de John Lennon, diré que hay un plan que no nos distrae de la vida, el plan de disfrutarla cada momento, ese será mi plan con 35 años el PLAN V.

A ser felices!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja!! Qué tremendisimo este!! Me ha encantado!!
Por cierto, si esa es tu espumilla, QUITALE ESE PELO ENORME y límpiala, carajo!! Jajaja!!

Unknown dijo...

Se cayó a la acera no al suelo de un quirófano y aunque sirvió para la reflexión,finalmente me he comprado unos auriculares mas modernos,con aislante de ruido y más ergonómicos,que basta ya de pasar trabajos!